Mi forma de trabajar

ESTABLECIMIENTO DE VÍNCULOS DE APEGO
Para los niños, las figuras de apego son una referencia constante: les ofrecen seguridad, les sirven de soporte en momentos de desconcierto o angustia, les animan a explorar su entorno o a ser prudente, según la ocasión; también las buscan cuando desean compartir su alegría o la excitación de un descubrimiento, o cuando no saben exactamente cómo actuar en determinadas situaciones.

Cuando saben que pueden contar con su apoyo incondicional, van ganando confianza en sí mismos y en los demás, y esa tranquilidad les permite continuar descubriendo el mundo y disfrutando de él. De ahí la importancia de mantener la sincronía en la relación con el niño desde los primeros días de vida, así como una plena disponibilidad para atender de forma inmediata sus necesidades:

  • Contacto físico y trato afectuoso.
  • Alimentación y sueño.
  • Ambiente tranquilo, seguro, cálido y confortable.
  • Libertad de movimiento.
  • Atención y acompañamiento en sus estados de ánimo.
  • Libre expresión de las emociones.

APOYO DE LA LACTANCIA MATERNA
Si el niño está tomando el pecho, la mamá podrá venir a casa siempre que lo desee para amamantarlo, o bien traer la leche materna para que el bebé pueda seguir tomándola a demanda.

TRANQUILIDAD, RUTINAS Y CONSIDERACIÓN DE LOS RITMOS PARTICULARES
En Okapi no hay prisas, imposiciones ni agobios; se da a cada niño el tiempo que requiera para todas sus actividades: sueño, comida, control de esfínteres, juego, observación y exploración del entorno...  sin apremiarles o pedirles una rapidez que objetivamente no pueden cumplir.

Dentro de esa flexibilidad, a través de la observación de la tendencia natural de cada pequeño y de una atención sostenida de sus necesidades, le iré ayudando a afianzar unos hábitos y rutinas que le proporcionen autonomía y seguridad en sus propias capacidades.

Más que proponer juegos y actividades, procuro dejar que estos se den al hilo de las experiencias que vayan surgiendo espontáneamente y guiándome por el interés y la receptividad que ellos muestren.

 ACTITUD RESPETUOSA HACIA LOS NIÑOS
Aunque puede parecer una obviedad decir que debe respetarse a los niños, es frecuente observar actitudes poco delicadas y no muy consideradas hacia ellos: quitarles bruscamente cosas de las manos, abalanzarnos a limpiarles la cara o a sonarles la nariz sin cuidado ni previo aviso, llevarles de la mano a nuestro paso rápido, sin darnos cuenta de que realmente les arrastramos, burlarse “cariñosamente” de ellos, regañarles con acritud, gritarles...

Si con nuestro ejemplo les mostramos una actitud amable, asertiva y cariñosa, crecerán queriéndose y respetándose a sí mismos y a los demás.

ENFOQUE NO DIRECTIVO
El movimiento y juego libres son las actividades principales de los niños durante sus primeros años, les proporcionan experiencias de primera mano y son para ellos fuente directa de conocimiento y desarrollo sensorial, cognitivo y emocional. Observar su juego sin entrometernos en él nos permite conocer las preferencias de cada uno, sus habilidades y costumbres; eso no quiere decir que no haya juego compartido, ya que es fundamental para la consolidación de un vínculo sano entre el adulto y el niño y le facilitará a éste importantes pautas de comunicación y relación social.

LÍMITES CON AFECTO
Los pequeños deben estar seguros del amor absoluto de sus adultos de referencia. Siempre. Sin excepción. Sin condiciones. Es posible ayudarles a regular sus emociones de manera no sólo constructiva, sino también empática y afectuosa, sin transmitirles ansiedad ni sensación de culpabilidad. Esta forma amorosa de establecer límites, unida a un ejemplo adecuado, proporcionará al niño una base segura sobre la que asentar su personalidad y construir sus relaciones con los demás.

PERÍODO DE ADAPTACIÓN
Durante el tiempo que el niño requiera para encontrarse totalmente a gusto y feliz en Okapi, los papás que puedan y así lo deseen podrán estar en casa con nosotros; de este modo, unos y otros estarán más tranquilos y relajados.

COMUNICACIÓN CONTÍNUA CON LA FAMILIA
Esta comunicación será bidireccional y me permitirá, entre otras muchas cosas, conocer más a fondo las pautas de crianza de la familia y poder adaptarme a ellas. Los padres, por su parte, estarán al tanto de los detalles del día a día de sus peques y podrán así participar activamente, sugiriendo ideas, consultando dudas, o aportando información que consideren de interés. Me parece importante que haya una relación de confianza entre las familias, los niños y la madre de día, no solo por motivos prácticos, sino también por lo gratificante que es ver la relación que se establece entre cada padre y los demás padres y peques de la casa nido cuando vienen a traer y a buscar a sus hijos: momentos de lectura de cuentos y juegos compartidos, risas... que hace posible el ambiente cercano y familiar que buscamos las madres de día.

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